
En ningún otro lugar de Europa los habitantes están bajo tanto control como en el Reino Unido. En la isla hay instaladas unas 4,2 millones de cámaras de vigilancia estatales y privadas. Camino al trabajo, en los centros comerciales o en la pausa de la comida, la imagen de un británico promedio es capturada cada día unas 300 veces. Además, diariamente se registran las matrículas de 35 millones de autos, ya sea para evitar robos o para controlar el pago del peaje en Londres.
Las compañías también vigilan cada vez más a sus propios empleados, siguiendo sus movimientos en los vehículos del trabajo o contando el número de pulsaciones que dan en sus computadoras. Sin embargo, eso no es todo: en el banco de datos nacional de ADN ya están almacenados los datos genéticos de 3,5 millones de personas. Al mismo tiempo, las autoridades disponen de las huellas digitales de más de seis millones de habitantes. Y uno de cada dos británicos - voluntariamente- tiene una tarjeta de cliente con la que se van registrando todas sus compras.
Las cifras se pueden leer en un estudio que el grupo de expertos Surveillances Studies Network (SSN) acaba de publicar. Por eso el Daily Telegraph llegó ayer a la conclusión de que Gran Bretaña realmente se convirtió en un "estado Gran Hermano", más de dos décadas después del año "1984" que dio título a la novela futurista de George Orwell.
El encargado británico de protección de datos Richard Thomas, por cuyo encargo se realizó el estudio, comentó: "Hace dos años advertí que nos encontrábamos sonámbulos camino a una sociedad de vigilancia constante. Ahora, al despertar, estamos rodeados de vigilantes".

Ni siquiera los más estrictos protectores de datos niegan la utilidad de las cámaras de vigilancia. La serie de atentados en el sistema de transportes londinense el 7 de julio de 2005 no se evitó, pero se esclareció rápidamente.
"La vigilancia puede ser útil y deseable", dice Thomas. "Pero a la larga eso lleva a un clima de sospecha", aseguró. Sin embargo, hace tiempo que los británicos se acostumbraron al control. Y no hay mayores protestas en contra.
Si se toma en cuenta lo que dice el informe de 140 páginas, no tienen alternativa.
Los expertos consideran que los métodos de vigilancia aumentarán claramente otra vez en los próximos diez años. E irán desde la infancia a la vejez.
En 2016, presumen, se almacenarán las notas, las costumbres alimenticias y los hábitos de Internet de los niños británicos en una "tarjeta escolar".
Y en los asilos de ancianos habrá cámaras y sensores, para que los familiares se pueden ocupar de sus ancianos sin necesidad de visitarlos. (DPA) .
Y cada vez que se usa un equipo se acepta que quedara un registro.
¿ hay opcion en una sociedad donde la base esta dada en el uso de estas tecnologias?
¿ es el mundo que deseamos?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario